miércoles, 29 de abril de 2020

LA CUARENTENA PIRATA LA CUARENTENA MEJOR.


UNA CUARENTENA PIRATA LA CUARENTENA MEJOR.




En los últimos meses la humanidad está experimentando una contingencia de salud alrededor del mundo a causa del covid-19 (coronavirus) lo que ha causado la suspensión de la vida de 6.000 millones de personas alrededor del mundo. Entretenimiento negocios eventos sociales, eventos deportivos, y culturales se encuentran sus pendidos actualmente a todo esto se nos vinieron a la mente los párrafos de La peste, de Albert Camus.



¿Qué nos enseñó La peste, de Albert Camus? Que las peores epidemias no son biológicas, sino morales. En las situaciones de crisis, sale a luz lo peor de la sociedad: insolidaridad, egoísmo, inmadurez, irracionalidad. Pero también emerge lo mejor. Siempre hay justos que sacrifican su bienestar para cuidar a los demás. Publicada en 1947, La peste intenta ser una respuesta al dolor desatado por la Segunda Guerra Mundial. Ambientada en Orán, narra los estragos de una epidemia que causa centenares de muertes a diario. La propagación imparable de la enfermedad empujará a las autoridades a imponer un severo aislamiento. Todo comienza un dieciséis de abril. En esas fechas, Orán es una ciudad con una vida frenética. Casi nadie repara en las existencias ajenas. Sus habitantes carecen de sentido de la comunidad. No son ciudadanos, sino individuos que escatiman horas al sueño para acumular bienes. La prosperidad material siempre parece una meta más razonable que la búsqueda de la excelencia moral.



El Covid-19 o coronavirus ha impulsado a muchos lectores a releer o a leer por vez primera La peste, buscando recursos para afrontar el largo exilio en casa impuesto por las autoridades sanitarias. La enfermedad siempre está ahí, pero pensamos que solo les concierne a los otros. Ahora es asunto de todos. Nuestra campana de cristal se ha agrietado. No somos invulnerables. Oriundo de la Argelia francesa, Camus describe en La peste su tiempo y su tierra natal, pero su novela trasciende su marco temporal y geográfico, adquiriendo el rango de metáfora universal. Sus reflexiones resultan particularmente esclarecedoras en estos días. Camus señala que la irrupción de una epidemia letal nos hace meditar sobre el tiempo. Normalmente, no percibimos su espesor, el abanico de posibilidades que contiene cada minuto. Solo hay una forma de comprender su carga fructífera: “sentirlo en toda su lentitud”. Esa experiencia se hará asequible para todos con la peste, pero la incertidumbre y el miedo transformarán la lentitud en parálisis, estancamiento. El tiempo no se adapta a nosotros. Somos nosotros los que debemos aprender a experimentarlo en toda su plenitud. El tiempo es el barro del que estamos hechos. No podemos permitir que pase de balde, sin producir frutos. No es posible volver atrás. El tiempo perdido es irrecuperable.

Por lo cual le hemos pedido ayuda a nuestros compañeros piratas en Colombia, Bogotá, y Rusia  

acerca de cómo es que ellos están pasando su cuarentena, que tips o consejos nos pueden dar para llevar más placentera, chévere la nuestra y hacerla más llevadera.



Comenzamos con los parces de Colombia quienes nos dicen lo siguiente: Aquí intentamos cumplir la cuarentena saliendo solo a comprar lo necesario para comer, sin embargo, mucha gente la está pasando mal.



 En cuanto a la organización comentan. Las barras de Millonarios (un equipo local) se han organizado para entregar alimentos. Desde hace varios años se ha venido hablando del barrismo social, un propósito que se ha visto empañado en repetidas ocasiones por la violencia que sigue habitando dentro de las mismas barras del fútbol en Colombia. Mucha gente desconoce que las hinchadas le han apostado a un compromiso con la sociedad y que todas han realizado varias campañas y donaciones de todo tipo a poblaciones vulnerables con el fin de cambiar no solamente su imagen como “barras bravas”, sino también de brindar oportunidades y ayudas a quienes las necesitan.



En esta época de crisis social y económica por la pandemia del COVID-19










Continuamos con los Piratas cafeteros también de Colombia que nos envían el siguiente video









ahora las compañeras y los compañeros en Rusia nos cuentan su experiencia.

En cuanto a los fanáticos de San Pablo de Rusia, el virus no ha cambiado mucho nuestro horario. Comenzamos a pasar más tiempo en casa y, por supuesto, estábamos molestos por la suspensión del campeonato. Durante el período de cuarentena, comenzamos un "desafío" que debe hacer 15000 flexiones en abril, pudimos transmitir viejos partidos en St. Pauli con un comentarista de habla rusa, y también comenzamos a preparar una versión impresa de fanzine para su lanzamiento =)