UNA CUARENTENA PIRATA LA CUARENTENA MEJOR.
En los últimos meses
la humanidad está experimentando una contingencia de salud alrededor del mundo
a causa del covid-19 (coronavirus) lo que ha causado la suspensión de la vida
de 6.000 millones de personas alrededor del mundo. Entretenimiento negocios
eventos sociales, eventos deportivos, y culturales se encuentran sus pendidos actualmente
a todo esto se nos vinieron a la mente los párrafos de La peste, de Albert
Camus.
¿Qué nos enseñó La peste, de Albert Camus?
Que las peores epidemias no son biológicas, sino morales. En las situaciones de
crisis, sale a luz lo peor de la sociedad: insolidaridad, egoísmo, inmadurez,
irracionalidad. Pero también emerge lo mejor. Siempre hay justos que sacrifican
su bienestar para cuidar a los demás. Publicada en 1947, La peste intenta ser
una respuesta al dolor desatado por la Segunda Guerra Mundial. Ambientada en
Orán, narra los estragos de una epidemia que causa centenares de muertes a diario.
La propagación imparable de la enfermedad empujará a las autoridades a imponer
un severo aislamiento. Todo comienza un dieciséis de abril. En esas fechas,
Orán es una ciudad con una vida frenética. Casi nadie repara en las existencias
ajenas. Sus habitantes carecen de sentido de la comunidad. No son ciudadanos,
sino individuos que escatiman horas al sueño para acumular bienes. La
prosperidad material siempre parece una meta más razonable que la búsqueda de
la excelencia moral.
El Covid-19 o coronavirus ha impulsado a
muchos lectores a releer o a leer por vez primera La
peste, buscando recursos para afrontar el largo exilio en casa
impuesto por las autoridades sanitarias. La enfermedad siempre está ahí, pero
pensamos que solo les concierne a los otros. Ahora es asunto de todos. Nuestra
campana de cristal se ha agrietado. No somos invulnerables. Oriundo de la
Argelia francesa, Camus describe en La peste su tiempo y su tierra natal, pero su novela
trasciende su marco temporal y geográfico, adquiriendo el rango de metáfora
universal. Sus reflexiones resultan particularmente
esclarecedoras en estos días. Camus señala que la irrupción de una epidemia
letal nos hace meditar sobre el tiempo. Normalmente, no percibimos su espesor,
el abanico de posibilidades que contiene cada minuto. Solo hay una forma de
comprender su carga fructífera: “sentirlo en toda su lentitud”. Esa experiencia
se hará asequible para todos con la peste, pero la incertidumbre y el miedo
transformarán la lentitud en parálisis, estancamiento. El tiempo no se adapta a nosotros. Somos
nosotros los que debemos aprender a experimentarlo en toda su plenitud.
El tiempo es el barro del que estamos hechos. No podemos permitir que pase de
balde, sin producir frutos. No es posible volver atrás. El tiempo perdido es
irrecuperable.
Por lo cual le hemos pedido ayuda a nuestros
compañeros piratas en Colombia, Bogotá, y Rusia
acerca de cómo es que ellos están pasando
su cuarentena, que tips o consejos nos pueden dar para llevar más placentera,
chévere la nuestra y hacerla más llevadera.
Comenzamos con los parces de Colombia
quienes nos dicen lo siguiente: Aquí intentamos cumplir la cuarentena saliendo
solo a comprar lo necesario para comer, sin embargo, mucha gente la está
pasando mal.
En cuanto a la organización comentan. Las barras de Millonarios
(un equipo local) se han organizado para entregar alimentos. Desde hace varios
años se ha venido hablando del barrismo social, un propósito que se ha visto
empañado en repetidas ocasiones por la violencia que sigue habitando dentro de
las mismas barras del fútbol en Colombia. Mucha gente desconoce que las
hinchadas le han apostado a un compromiso con la sociedad y que todas han
realizado varias campañas y donaciones de todo tipo a poblaciones vulnerables
con el fin de cambiar no solamente su imagen como “barras bravas”, sino también
de brindar oportunidades y ayudas a quienes las necesitan.
En esta época de crisis social y económica
por la pandemia del COVID-19
Continuamos con los Piratas cafeteros también
de Colombia que nos envían el siguiente video
ahora las compañeras y los compañeros en Rusia nos cuentan su experiencia.