55 años de la cicatriz del 2 de octubre

A 55  años y la herida aún duele...

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 55 Años Después: Recordando el 2 de Octubre de 1968

*2 de Octubre de 2023*

Hace 55 años, la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, Ciudad de México, se convirtió en el epicentro de un acontecimiento que marcaría la historia de México y dejaría una profunda cicatriz en la memoria colectiva del país. El 2 de octubre de 1968, miles de estudiantes se congregaron en este lugar en busca de justicia, democracia y libertad de expresión, sin imaginar que ese día quedaría grabado como uno de los momentos más trágicos de la historia mexicana.

El movimiento estudiantil de 1968 fue una manifestación de descontento contra el gobierno autoritario encabezado por el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz. Los estudiantes, en su mayoría jóvenes universitarios, exigían reformas políticas y sociales, así como una mayor apertura democrática en el país. Marchas y protestas pacíficas se habían sucedido durante todo el verano, pero el clímax llegaría el 2 de octubre.

Ese día, la Plaza de las Tres Culturas estaba rodeada por militares y policías, quienes reprimieron brutalmente a los manifestantes. Se desconoce el número exacto de víctimas, pero se estima que cientos de personas perdieron la vida y miles resultaron heridas o detenidas. El gobierno trató de ocultar la magnitud de la masacre, pero las fotografías y testimonios de testigos conmocionaron al mundo.

El 2 de octubre de 1968 dejó una profunda herida en la sociedad mexicana y fue un punto de quiebre en la historia política del país. La represión desencadenó un período de represión política y censura, pero también un aumento en la conciencia política y el activismo. El movimiento estudiantil inspiró a generaciones posteriores a luchar por la democracia y los derechos humanos.

Hoy, 55 años después, es esencial recordar y honrar a las víctimas de esa tragedia, así como reflexionar sobre la importancia de la libertad de expresión y la lucha por la justicia en cualquier sociedad. El 2 de octubre de 1968 es un recordatorio de que la voz del pueblo nunca puede ser silenciada por la fuerza y que el valor de la memoria histórica es inestimable.

En medio de la reflexión, México sigue avanzando hacia una democracia más sólida y el respeto a los derechos humanos. El sacrificio de aquellos que perdieron la vida en Tlatelolco no debe ser olvidado, y su legado sigue vivo en cada lucha por la justicia y la libertad en todo el mundo.

Porque el color de la sangre jamás se olvida
¡Por que el color de la sangre jamas se olvida! ¡Los masacrados serán vengados!,
¡Vestidos de verde olivo!
¡Políticamente vivos!
¡No has muerto! ¡No has muerto!
¡No has muerto, camarada! ¡Tu muerte, tu muerte!
¡Tu muerte será vengada!
¿Y quien los vengara?
¡EL PUEBLO ORGANIZADO!
y ¿cómo?
LUCHANDO
Entonces, ¡lucha, lucha, lucha!
¡No dejes de luchar!
¡¡¡Por un gobierno OBRERO, CAMPESINO
Y POPULAR!!!

*Que su memoria nos inspire a construir un México y un mundo más justo y libre.*