sábado, 18 de diciembre de 2021

Magnitudes y tendencias de la migración en México.

 México tierra de emigrantes.

 

Graffiti Migrantes.

 

 

    Los inmigrantes mexicanos son uno de los grupos de inmigrantes más grandes del mundo (13.0 millones en 2017), solo superado por India (15.6 millones), situación que explica el peso e intensidad de la inmigración La presencia de la población mexicana en el exterior. La mayoría de nuestros ciudadanos en el extranjero residen en los Estados Unidos de América (11,6 millones), el país en el que somos el principal corredor de inmigración del mundo. Aunque hubo un aumento significativo en la tasa de participación de las mujeres entre 2010 y 2017 (46,5 a 48,1%), los hombres aún constituían la mayoría; Sin embargo, cabe señalar que su presencia disminuyó levemente durante el mismo período, del 53,5% al ​​51,9%. Es importante señalar que esta distribución de las tasas de participación por género puede variar según el país de destino. 
 
Se estima que en los próximos años la migracion mexicana seguirá creciendo, pero de manera insostenible, entre otras razones, debido al envejecimiento de la población y a la desaceleración de la inmigración mexicana a Estados Unidos: alrededor de 400.000 mexicanos (as) llegaron a este país. en los primeros cinco años de la década Los primeros del siglo XXI, en los últimos años, se estima que acuden aquí anualmente 125.000 personas (acs, 2005-2017). Si bien se espera un aumento de la inmigración a otros países con el tiempo, no ocurrirá con la misma intensidad que en Estados Unidos. 
 

En cuanto a la población mexicana migrante de retorno, los datos dan cuenta de una disminución importante respecto del periodo 2005-2010 que, en términos absolutos, registró 859 000 mi­grantes, pues para el lapso 2010-2015 descendió a menos de 500 000. Al interior de esta dimensión cabe señalar que la participación de las mujeres seguirá siendo discreta, aunque en este último intervalo la cifra aumentó 5% con respecto al ci­clo anterior, para contribuir con 33.5% del total.

Si se considera que los factores económicos que motivaron la crisis financiera de 2008 se en­cuentran en un momento de estabilización, no se espera, a pesar del contexto político y social, un retorno masivo voluntario o involuntario. De esa forma no se vislumbra que, en los próximos años, se alcancen las cantidades históricas regis­tradas en 2005-2010.

Por otro lado, las cifras que hacen referencia a la migración en tránsito irregular registraron un incremento de más del doble entre 2010 a 2017, pues se pasó de poco más de 128.4 mil eventos a casi 296.8 mil. Si bien se observa un predominio masculino, la presencia de las mujeres migran­tes aumentó entre 2010 y 2017, de 22.4 a 30.5%.

Se debe señalar que, según las últimas estima­ciones realizadas por la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas (upmrip), 9 de cada 10 personas migrantes irregulares en trán­sito son originarias de Centroamérica, aunque en estos flujos encontramos también de todos los continentes y regiones.

En lo que respecta a la población nacida en otro país residente en México, los datos dan cuenta de una presencia discreta; históricamente, estos grupos no han superado 1% (un millón en 2015) de la población nacional. Los principales países de nacimiento de los extranjeros que residen en Méxi­co son Estados Unidos de América (73.5%), Gua­temala (4.5%) y España (2.3 por ciento).

En 2015 se contabilizó poco más de un millón de personas nacidas fuera de México, de las cuales más de la mitad son mexicanos(as) nacidos(as) en el exterior (58.3%).2 La participación de las mu­jeres en esta dimensión se mantiene a la par que su contraparte masculina; además, muestra es­tabilidad en el periodo observado (49.4% de ellas en 2010 y 49.6% en 2017).

 
tendencias migratorias, de los mexicanos.

Migración hacia méxico.

La migración de centroameria hacia  México comenzó a ser más grave en la década de 1980, cuando los migrantes y los candidatos para proteger a la humanidad se han convertido en conflictos armados en esta área, se han aceptado recibir. Sin embargo, en la década de 1990, México comenzó a configurarse como un territorio de tránsito regular e inusual para los migrantes migrantes, principalmente Guatemala, Honduras y El Salvador, que intentó entrar en el período de flores. Al menos desde 2010, 9 de los 10 migrantes en tránsito no son el país de uno de estos países. En la mayoría de los casos, es una población sin materiales migratorios, que se expone en diversos riesgos, aumentando los agujeros y obstaculizando sus derechos para hacer ejercicio. Incluso en el contexto de los grupos de movimiento, como los que se dan en las compañías de migración, que proporcionan custodia de los hijos, no se notan muchos objetos de búsqueda para evitar una reunión con esta agencia de migración.  
 
 
 
Immigrants Refugees Welcome Banner on Facade Pilsen Chicago Illinois

 
 

Esta pretendida invisibilidad o, bien, su agru­pamiento complica su contabilidad; no obstante, se estima que el volumen de personas migran­tes centroamericanas de paso hacia eua ha ido en aumento desde 2011 hasta registrar en 2014 la histórica cifra de 394.2 mil eventos, cifra supe­rior a los 388.7 mil eventos registrados en 2005, mientras que el promedio anual de este flujo para el periodo 2014-2017 fue de 335 000 eventos (upm, 2018a).

En el marco de esta migración de tránsito, al menos desde 2014 se ha observado una partici­pación a la alza de niñas, niños y adolescentes (nna) acompañados y no acompañados –a partir de la contabilidad de quienes fueron presentados ante la autoridad migratoria mexicana–, al pasar de 11.2% en 2013 a 19.3% en 2017, porcentaje su­perior al registrado en 2014 (18.2%). En cuanto a la participación específica de niñas y adolescen­tes mujeres se observa una tendencia similar: en 2011 representaron 27.6% del flujo, mientras que en 2017 su participación aumentó en casi 10 puntos porcentuales (35.5%). Además, cabe resaltar que, en el periodo 2014-2017, del total de nna migrantes irregulares en tránsito, poco más de 4 de cada 10 fueron no acompañados. Este es un tema preocupante que demanda ac­ciones para garantizar la protección de este grupo que, por su condición etaria, está más expuesto a enfrentar situaciones de vulnerabilidad.

En 2017, en Estados Unidos fueron detenidos 41 546 menores migrantes no acompañados y 41 223 acompañados, mientras que para ese mismo año, en México, se detuvo a 7 430 y 10 870, respectiva­mente. La mayoría de las niñas, niños y adolescentes provinieron de Guatemala, El Salvador y Honduras.

De 2014 a 2017, se observó una tendencia decreciente en las detenciones de menores no acompañados y unidades familiares origina­rias de México. En 2017, Guatemala tuvo el mayor número de nna no acompañados (14 827) y de unidades familiares (24 657) aprehendidos en Estados Unidos, seguido por El Salvador (9 143 y 24 122, respectivamente). En 2014, Hondu­ras fue el país con más detenciones en ambos grupos.

Por último, un aspecto a destacar es la necesidad de contar con información que permita identificar a grupos poblacionales que, por sus caracterís­ticas, se encuentran expuestos a situaciones de mayor vulnerabilidad, como las mujeres emba­razadas e indígenas, las personas adultas mayores y con discapacidad, así como el colectivo lgbti. Con respecto a este último grupo poblacional, es importante considerar lo complejo que resulta obtener información sobre orientaciones sexua­les, lo que hace más difícil su identificación. Para esta tarea es indispensable contar con datos a partir de los cuales se pueda caracterizar a los distintos grupos poblacionales referidos, ta­rea que debe estar a cargo del Instituto Nacional de Migración, como instancia que genera la in­formación y la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas, como insti­tución responsable de producir la estadística migratoria y la investigación en la materia.

Flujo documentado de personas extranjeras no residentes

Dentro del flujo documentado de personas mi­grantes que ingresa a nuestro país, se incluye a visitantes turistas, visitantes de negocios, otros visitantes sin permiso de actividad remunera­da, visitantes de crucero, tripulación marítima, tripulación aérea, visitantes regionales, visitantes por razones humanitarias, visitantes con permiso de actividad remunerada, trabajadores fronteri­zos y diplomáticos. Entre 2013 y 2017, este flujo aumentó 57.8%, pasando de 19.2 a 30.3 millones de personas. En este periodo se implementó un conjunto de medidas tendientes a facilitar el in­greso a México de turistas de naciones a las que se les solicitaba visa; inclusive, se logró exentar 

del uso de visa mexicana a países como Colombia, Perú y Brasil, entre otros. En este mismo periodo, se hizo evidente un incremento importante de turistas provenientes de Estados Unidos y Canadá, situación que inyectó dinamismo a la economía mexicana, particularmente a las zonas turísticas consolidadas y a los nuevos destinos. Según ci­f ras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi), entre 2013-2017 el producto interno bruto (pib) turístico ha reflejado un incre­mento anual sostenido, y su máximo crecimiento se observó entre 2014-2015 con 5.1 por ciento.

Flujo documentado de personas extranjeras residentes

Aunque el número de inmigrantes extranjeros que tramitan su residencia temporal o perma­nente en México no es, en volumen, un grupo relevante, es un hecho que entre 2013-2017 el número de nuevos residentes se ha incre­mentado, aunque con variaciones, pasando de 88 000 nuevos residentes en 2013, tanto tem­porales como permanentes, a 92 000 en 2017, residencias cuyo motivo principal es el vínculo familiar u oferta de empleo. Según estimacio­nes de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas, el stock de extranjeros con residencia regular en México pasó de alrede­dor de 326 000 en 2014 a 349 000 en 2017.

Connacionales en el exterior

Del total de mexicanas y mexicanos que residen en el exterior, 97.8% se ubica en Estados Unidos. Las características particulares que presentan los procesos migratorios con eua obligan a una mayor atención. Del total de mexicanas y mexicanos que 

del uso de visa mexicana a países como Colombia, Perú y Brasil, entre otros. En este mismo periodo, se hizo evidente un incremento importante de turistas provenientes de Estados Unidos y Canadá, situación que inyectó dinamismo a la economía mexicana, particularmente a las zonas turísticas consolidadas y a los nuevos destinos. Según ci­f ras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi), entre 2013-2017 el producto interno bruto (pib) turístico ha reflejado un incre­mento anual sostenido, y su máximo crecimiento se observó entre 2014-2015 con 5.1 por ciento.

Flujo documentado de personas extranjeras residentes

Aunque el número de inmigrantes extranjeros que tramitan su residencia temporal o perma­nente en México no es, en volumen, un grupo relevante, es un hecho que entre 2013-2017 el número de nuevos residentes se ha incre­mentado, aunque con variaciones, pasando de 88 000 nuevos residentes en 2013, tanto tem­porales como permanentes, a 92 000 en 2017, residencias cuyo motivo principal es el vínculo familiar u oferta de empleo. Según estimacio­nes de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas, el stock de extranjeros con residencia regular en México pasó de alrede­dor de 326 000 en 2014 a 349 000 en 2017.

Connacionales en el exterior

Del total de mexicanas y mexicanos que residen en el exterior, 97.8% se ubica en Estados Unidos. Las características particulares que presentan los procesos migratorios con eua obligan a una mayor atención. Del total de mexicanas y mexicanos que

residían en aquel país en 2016, 5.5 millones, 44% del total (Passel y Cohn, 2018), se encontraban sin documentos de estancia, situación que tiene una carga negativa que deriva en una afectación al ejercicio de sus derechos fundamentales.

Uno de los grupos con mayores consecuen­cias debido a lo anterior son las niñas, niños y adolescentes, quienes, al tener limitado acceso a la asistencia sanitaria y a la educación, sufren retrasos en su desarrollo integral. La falta de documentación limita las oportunidades labo­rales y de integración, lo que afecta en la vida social, económica y política, tanto de la sociedad estadounidense como de la mexicana.

La migración entre México y Estados Unidos se caracteriza por la construcción de redes que han conectado a grupos e individuos de ambos países. Es por ello que hoy en día se habla de espacios trasnacionales, entendidos como las relaciones y vínculos no oficiales a través de las fronteras, generados y mantenidos por las personas inmigrantes y sus familiares, conna­cionales y otros integrantes de su comunidad en sus lugares de origen o en algún espacio en México (Aranda, 2018).

La participación política y ciudadana de las poblaciones migrantes no se limita al mejora­miento de sus lugares de origen, sino también a las prácticas ciudadanas en el ámbito de la vida cívica tanto en México como en el extran­jero. Ambos espacios de actuación otorgan un rol importante para que las y los migrantes sean miembros activos en las dos naciones (Herrera, 2016). El endurecimiento de la política migratoria de Estados Unidos ha generado la separación de familias y la repatriación forzada de connacionales.

En 2017, las deportaciones de mexicanos con estancias largas en Estados Unidos aumentaron 

con respecto al año anterior, pasando de 24 a 39% del total de los eventos contabilizados por año. Los periodos de 2009-2012 y de 2013-2016 son los que más deportaciones de migrantes mexicanos han registrado, con 1 137 000 y 1 055 000 eventos, respectivamente. En 2011, 50.6% de los mexicanos retornados reportaba faltas adminis­trativas o criminales, en tanto que este porcentaje bajó a 41.7% en 2016, año en el que se registraron 245 000 deportaciones de mexicanos. En 2014 se registraron en Estados Unidos más aprehensiones de migrantes nna, con 107 613 casos. De éstos, 68 631 (63.8%) eran no acompañados y 38 982 (36.2%) acompañados. Por ley, a las y los meno­res no acompañados se les puede considerar como víctimas de trata y seguir un proceso an­tes de su deportación, caso contrario a lo que ocurre con los acompañados que, en pocos me­ses, pueden ser deportados.3

Por otro lado y de acuerdo con datos recopila­dos de la Encuesta sobre Migración en la Frontera Norte de México (Emif Norte), que se aplica a la población mexicana devuelta por las autoridades migratorias estadounidenses, puede observarse que las medidas tomadas por ese país han ge­nerado un incremento en el número de eventos de devolución, pues de 21 000 personas que fue­ron repatriadas y separadas de sus hijas e hijos menores de edad en 2015, la cifra aumentó a casi 30 000 en 2017.

Para las madres y los padres de familia que son deportados a México, los planes de reunifi­cación implican obstáculos legales y requisitos muchas veces imposibles de cumplir. Durante este proceso deben mantenerse en contacto con su asistente social en Estados Unidos, para lo cual se requiere de el acompañamiento y apoyo de las secretarías de Relaciones Exteriores y de Go­Go­ bernación, y buscar la manera de encontrarse con sus hijas o hijos, pero si deciden cruzar y son de­tenidos nuevamente enfrentarían la carga penal de reingreso ilegal (ilegal re-entry), lo cual puede llevar un castigo de hasta 14 meses de prisión.

 

 


 

 
 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario