lunes, 7 de octubre de 2019

La ola de protestas contra Lenin Moreno y sus acciones facistas en Ecuador

La escalada de tensión social ha tenido su origen en la eliminación de las subvenciones al combustible.





 La "situación actual”. Esa es la razón que ha dado el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, para cancelar su viaje a Alemania previsto para esta semana. Entre otros, tenía previsto encontrarse con el presidentte germano, Frank-Walter Steinmeier. Moreno quiere "tener los ojos puestos” en Ecuador, aclaró su ministro de Exteriores, José Valencia. Esta apacible descripción de la cancelación, sin embargo, contrasta con la tensa situación en el país sudamericano, que tiene al mandatario más que ocupado: protestas, barricadas, choques con las fuerzas de seguridad y saqueos.

 El 1 de octubre, el gobierno en Quito anunció la supresión de las subvenciones al combustible, lo cual llevó a un drástico aumento de los precios de la gasolina y el diésel. Los transportistas paralizaron las rutas de todo el país el jueves y el viernes de la semana pasada. En varias ciudades del país, la Policía y los manifestantes han protagonizado enfrentamientos violentos. En la capital, la protesta rodeó la sede del Gobierno y bloqueó las calles. Ante esta situación, Moreno decretó el estado de excepción, que está vigente en principio pr 60 días. Al menos 470 personas han sido detenidas hasta ahora por las fuerzas de seguridad.




"Las protestas vienen de varias partes de la sociedad, no solo del sector de los transportes, como informan muchos medios de comunicación nacionales”, explica a DW Ximena Zapata, experta en Ecuador del Instituto GIGA de Estudios Latinoamericanos, con sede en Hamburgo. "Entre los protestantes hay transportistas, pero también trabajadores, organizaciones indígenas, activistas ecologistas y estudiantes. Las medidas del Gobierno suscitan el rechazo de una amplia capa de la población ecuatoriana”, añade.
La derogación de las subvenciones al combustible, introducidas en la década de los setenta del siglo pasado, forma parte de un paquete de reforma con el que el Gobierno pretende hacer frente a la crisis económica que atraviesa el país. El gobierno ecuatoriano ha recibido un crédito del Fondo Monetario Internacional (FMI) por valor de 4,2 mil molles de dólares. A cambio, una de las condiciones es que tiene que reducir el gasto público.
Estado de emergencia económica
El país está atrapado en una profunda crisis económica y el presupusto estatal está en número rojos. La cuestión de las subvenciones al combustible es central para el saneamiento de los presupuestos. Una bomba política a escala interna que los predecesores de Moreno al frente del Ejecutivo no se habían atrevido a accionar. Ecuador tenía hasta ahora el tercer precio de gasolina más bajo de Latinoamérica (consulte el gráfico). Pero tras la eliminación de las subvenciones por valor de unos 1,3 mil millones de dólares los precios del petróleo y del diésel casi se han doblado. Un galón (3,8 litros) de diésel antes costaba 1,30 dólares estadounidenses, ahora vale 2,30. Por su parte, la gasolina subió de 1,85 a 2,40 dólares estadounidenses.




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